Hoy, después de haber estado 5 años estudiando en la U y de estar a punto de graduarme, me doy cuenta que llegué a amar la arquitectura y la amo hasta hoy con la misma pasión con la que amo vivir mi vida (a pesar de muchos de mis muchos cagadales) y es algo que muchas veces me cuesta explicar, es como sentir una explosión dentro de mí cuando hablo de ella (algo así como cuando escucho música), es increíble pero cierto, ahí es donde me doy cuenta que no me equivoqué.
En los últimos años me he topado con cualquier cantidad de gente del medio con los que he podido platicar sobre este tema, arquitectos reconocidos y otros que no lo son tanto y me doy cuenta que existen otras muchas personas que la ven tan abismalmente distinta a como yo la veo, y considero que en el lado más negativo del asunto. Estas personas se refieren a la arquitectura como la del negocio, como lo que quiere el cliente que yo haga, como algo de cero trascendencia y para serles honesta eso me enoja tanto, hay tan poco campo para la buena arquitectura (3 o 4 arquitecto guatemaltecos con verdadero talento)... es que no sé ni como describirlo y lo peor del caso es que estás personas son las que construyen actualmente sus mamarachadas y no sólo eso, sino que también están a cargo de las escuelas y facultades de Arquitectura y Diseño!!! qué les puedo decir... es como estar en un país gobernado por un idiota (y eso que no estoy lejos de esa realidad) y entonces me pregunto ¿Qué se puede esperar de nosotros, todos aquellos que sabemos que tenemos algo distinto? Qué!!!! cuando esos inútiles poco apasionados están en lo más alto de la jerarquía y son los que disque nos guían en la U y nos dan clases, para ser quienes? esos que le proponen al cliente lo que él dibujó en un trozo de papel, esos que nos enseñan a ser dibujantes bien pagados con cero ideas innovadoras y hacer arquitectura sin arte, sin trascendencia.
Dentro de poco, comienzo mi vida con un título en mis manos, que definitivamente va a ser cero diferencia aunque bien ganado por cierto, pero con cierta decepción, no de la arquitectura, sino de la sociedad cerrada y miedosa en la que me tocó nacer, donde todo tiene que ser bueno bonito y barato, donde la gente no se atreve hacer algo diferente (esperemos que eso cambie)... estoy empezando pero espero seguir tan idealista como hoy y no pasar a ser uno de esos pendejos sin talento (eso que no se puede enseñar sino que se trae).
